Mientras que la cocina de nuestro hogar es un espacio donde todos convergen y por lo tanto se termina convirtiendo en la zona social de la casa, el baño es ese espacio donde queremos y también podemos disfrutar de total y completa privacidad. No importa si tienes un jardín techado o una habitación dedicada para la oficina; la privacidad que ofrecen estas estancias no se puede comparar a la sensación de intimidad de nuestro baño, donde podemos relajarnos simplemente con el sonido del agua de la ducha.
Por tal razón es que hoy en día, cada vez más personas están intentando convertir este espacio en un santuario digno de un momento de relajación y, por ende, el acabado o la sensación de tener un spa en casa se ha vuelto tendencia.
Pero, ¿cómo podemos lograr dicho diseño? Una buena estrategia es recurrir a estos tres puntos claves:
- Minimalismo
- Color
- Elementos auxiliares y para sentarse
Minimalismo en la ducha con el uso de canaletas de agua
Las canaletas para ducha son cada vez más populares en las zonas residenciales, no forzosamente porque todos estén intentando un acabado de tipo spa, sino porque se busca un look minimalista y uniforme tanto en las paredes como en el suelo.
Mientras que con las puertas de vidrio en la ducha se logra un espacio más abierto, con el uso de canaletas dentro de la ducha se elimina el molesto desagüe que no sólo es difícil de limpiar, sino que afea el acabado del suelo al interrumpir abruptamente el patrón de las baldosas. Además, puede llegar a ser engorroso al pisar, sobre todo para los niños.
Por otra parte, las canaletas de agua son fáciles de despejar en el momento de hacer mantenimiento y pueden adaptarse perfectamente al patrón del suelo, volviéndose prácticamente invisibles.
Colores neutros o tierra como marrón y gris
Utilizar este tipo de colores, e incluso madera y piedras en la decoración, hará que el baño nos dé esa sensación de estar en un spa, ya que es la paleta de colores que solemos asociar en nuestra mente cuando escuchamos el término.
En este renderizado de video podemos ver cómo quedaría un baño convertido en un sauna o spa. Como veréis gran parte del resultado se debe al buen uso de dicha paleta de color neutra.
Bancos y otros elementos para sentarse
De todos los puntos clave que hemos comentado, este es el más ambicioso y, por ello, el más limitante. No solo porque el espacio juega un papel muy importante, sino que también el presupuesto y la funcionalidad serán un factor determinante para decidir si vale o no la pena este aditivo.
Si el tamaño lo permite, lo ideal es colocar un banco flotante para sentarse sin patas, utilizando únicamente las paredes de la ducha para fijarlo. Así no quitamos espacio visual y debajo podría colocarse la canaleta de agua. El resto de la estancia puede complementarse con repisas aéreas invisibles en forma de zigzag para continuar el esquema decorativo.
Si no queremos descartar completamente el banco para sentarse pero no nos convence el flotante, se puede recurrir a algún tipo de bancos de madera pequeños para ducha o de taburetes auxiliares. Es una solución económica y sencilla que también puedes quitar y poner a tu antojo. Además, te pueden servir para más de una cosa…
