Los estores son una alternativa a las cortinas tradicionales que cada vez vemos más frecuentemente tanto en hogares como en oficinas y comercios. Esto es debido a que hoy por hoy contamos con múltiples opciones para elegir entre ellos y es fácil que se adapten a lo que estamos buscando para nuestras ventanas. ¿Les damos un repaso?
Estores enrollables.
Estos estores son un tipo de cortina de una pieza que se enrolla y extiende gracias a una cadena o un motor eléctrico. Tienen muchas ventajas, ya que hay estores enrollables a medida, que ocupan solo el espacio que tú quieras y además son de fácil instalación. De esta manera, puedes elegir el tamaño, tipo y material que más se adapte a tus necesidades.
¿Mucha o poca luz?
Otra ventaja de los estores es que puedes elegir el grado de luminosidad que quieres que entre en cada espacio. También decides si quieres ver el exterior de la ventana o no, o incluso si necesitas que te proteja del calor. Porque no necesitaremos la misma luz en un despacho o estudio que en un dormitorio.
Combínalos con cortinas.
Si te convencen las bondades de los estores pero no quieres renunciar a la estética de las cortinas, tampoco hay problema. Puedes combinar ambas opciones y conseguir un resultado tan bonito como práctico. Recoger y extender ambos según el momento te lo pida y disfrutar de todas las opciones posibles en una sola ventana.
Estores plegables.
La principal diferencia entre los estores plegables y los enrollables es que estos últimos se recogen por completo. Los plegables en cambio, suelen ser de tela que se va recogiendo a pliegues, por lo que ocupan un poco más de espacio. La estética también es más clásica, por lo que dependerá de los gustos personales cuál de ellos prefieras para tu casa.
Elígelos con personalidad.
Sea como sea el tipo de estor por el que te decidas finalmente, haz que refleje tus gustos y necesidades. Gracias a los estores a medida, la variedad de tejidos y materiales, el grado de luminosidad y los diferentes estilos, será muy fácil conseguirlo. Piensa en lo que tus ventanas y estancias te están pidiendo y ¡que se haga la luz! O la oscuridad, la parte buena es que tú eliges en cada momento.
