Una de las tendencias que más vemos este año es la incorporación del cobre en cualquier estancia de la casa. Es un material algo atrevido, con sus detractores y sus seguidores, para mí quizá resulta algo brillante ya que me suelen gustar tonalidades más mate, pero me encanta cómo queda en determinados ambientes. Por eso, para los que estéis dudando o no veáis cómo meter este metal en casa, vamos a ver unas ideas sobre cómo integrar el cobre en la decoración.
Lo primero a decidir será si nos convence más incorporarlo en pequeñas dosis o dominando el ambiente. Veremos varios ejemplos de cada opción para que no os quede ninguna idea sin descubrir.
El cobre en pequeños detalles
Quedará genial con tonos tierra y motivos étnicos, por ejemplo, en algún mueble auxiliar.
Si os gusta en lámparas pero sin que destaque demasiado, tenéis una gran variedad de ellas con este color por la zona interior. De este modo, añades un toque más sutil que contrasta con el color exterior.
La forma más sencilla y barata de incorporar un color o estilo en nuestra decoración son los textiles y los complementos. En este caso, un cojín y unos botes cambian por completo este escritorio en tonos pastel.
Combinado con madera se consigue un ambiente natural con un toque vintage.
Este espejo que casi todos conocemos de Ikea tiene una tonalidad bronce que, conjuntada con blanco, crea un espacio muy elegante.
El cobre como protagonista.
Para los enamorados de esta tonalidad, será muy fácil hacer que la decoración gire en torno a ella con lámparas como esta. Así quedaría junto a gris y tonos pastel dentro de un estilo nórdico.
Por supuesto también llega a nuestras cocinas y no sólo en forma de utensilios. A parte de en la iluminación, se puede añadir en los asientos. Podemos ver en bastantes sitios esta combinación del cobre con mármol y tonos oscuros.
En las soluciones low cost, podemos tener un baño que parezca de lujo con tan sólo unas monedas… (tenéis cómo se consigue en este artículo sobre ideas DIY para cambiar suelos).
Para un dormitorio que no pase desapercibido, incluso la estructura de cama puede ser bronce. Aquí los complementos, la iluminación y las tuberías a la vista (que quizá estén más vistas en cocinas y baños) también lo son.
En un escritorio neutro también se puede añadir esta tonalidad en lámparas o en la silla, que será así el centro de atención de todas las miradas.
¿Cómo preferís el bronce en la decoración, en detalles o como protagonista?
¿Qué idea pondríais en vuestra casa?
Confieso que no era muy fan del cobre pero ya parece que le empiezo a ¡¡coger cariño!! Como más me gusta es en forma de lámpara, creo que dan toque genial con ese color tan característico. ¡¡Estupendos consejos para integrar el cobre en la decoración!! 🙂 Un abrazo!!!
Nosotras lo tenemos claro, Rebeca, en pequeños detalles. Y es que esta moda del cobre nos cuesta todavía.
Muchos besos de las dos
J&Y
Gracias, guapa! Si somos sinceras, a mí tampoco me convencía mucho al principio, y como digo, es muy brillante y llamativo para mí, pero le voy cogiendo el gusto en determinados ambientes 🙂
Un besazo!
A mí me encanta en lámparas, especialmente para cocina, me parece que les da un toque diferente que me gusta muchísimo. Y coordinado con otros elementos como cazos o platos…¡ideal! Besos
Como a muchos! Es una de esas tendencias difíciles… jeje.
Un beso, chicas!
Yo también creo que en cocinas queda como algo más natural, verdad?
Besos!!
La verdad que el cobre tiene un color difícil de encajar… cuando se quiere aportar un ambiente «retro», puede quedar bien…