Como a muchos de los amantes de la decoración, la silla Acapulco es uno de esos iconos del diseño que me encanta. Y es que esta silla te atrapa igual que parece atrapar los rayos del sol que se cuelan entre sus cuerdas. Si aún no la conoces o quieres saber más sobre ella, no dejes de leer.
Qué es una silla tipo Acapulco
Las sillas Acapulco originales datan de los años cincuenta y estaban tejidas a mano con nylon, tal y como se hacía para fabricar las hamacas. Surgieron en la ciudad de México que le da nombre al diseño, un lugar de moda para la élite de la época; es por ello por lo que se puede encontrar en algunas fotografías junto a los famosos del momento y en los sitios de tendencia. Aunque se conocen todos estos datos, lo que no está del todo claro hoy en día es quién inventó la silla Acapulco.
Características de la silla Acapulco
Hay una para cada estilo
Esta pieza icónica se puede encontrar en muchos colores diferentes y también con alguna modificación en el diseño (a modo de banco o balancín, por ejemplo).
Puede quedar muy elegante en negro y en blanco o muy alegre en tonos como el amarillo o el turquesa, por lo tanto es muy fácil dar con la que más se adapta al estilo de cada uno. Se acopla tanto a ambientes nórdicos o minimalistas como a bohemios e industriales.
Es un mueble de exterior y de interior
A parte de su estética, es un asiento muy práctico ya que se adapta perfectamente a ambientes tanto de interior como de exterior. Es por esto que resulta tan útil, ya que nos puede servir para decorar la terraza o el jardín a la vez que cualquier habitación del interior cuando el buen tiempo nos deja.
La silla Acapulco es perfecta para ser disfrutada en el exterior por varias razones:
- si hace mucho calor, su estructura abierta permite que circule el aire;
- es apilable, por lo que no ocupa mucho espacio cuando no se utiliza;
- se limpia fácilmente con agua y jabón;
- las que están fabricadas con aluminio o acero galvanizado y PVC son aptas para aguantar mejor las inclemencias del tiempo.
También se adapta muy bien al interior aportando un asiento extra a cualquier estancia, ya sea para un rincón de lectura o para el dormitorio infantil.
Para darle un toque más acogedor en la decoración para el invierno, se suele cubrir con cojines o mantas de pelo.
No pasa de moda
Aunque, como comentábamos, se empezó a fabricar en los años cincuenta, la silla Acapulco nunca ha dejado de utilizarse. Hoy por hoy es muy fácil encontrarla en multitud de hoteles o restaurantes, así como en las casas de diseñadores de interiores por todo el mundo.
Los iconos del diseño siguen siendo tendencia con el paso de los años y no pierden su valor histórico, por eso son una apuesta segura. Muchas veces las piezas originales están fuera del alcance de la gran mayoría, pero sí se pueden adquirir réplicas de la silla Acapulco, al igual que de tantas otras.
¿Conocías la silla Acapulco? ¿Te gusta más para exterior o para interior?
¡¡Pues si que la pondría!! Pero primero necesitare buscar hueco… mi piso es muy chiquitín jejeje. Me parece preciosa en color turquesa aunque todos son preciosos 🙂
Nos encartaría probarla, Rebeca. Tiene pinta de ser muy cómoda a pesar de su ligera estructura. Nos gusta en interiores acompañada de una piel o una bonita manta multicolor. Y, por supuesto, en exterior, aunque aquí sin complemento alguno.
Muchos besos de las dos
J&Y
Rebeca! Me encantan las sillas acapulco, tanto que tengo un par decorando mi salón, y aunque a mi marido no le gustan… A mi me tienen loca! 😉 Un día de estos hago unas fotos y las enseño.
Bss!!!!
Tengo que decir que no sería uno de los muebles que elegiría, en sí no me transmite mucho, pero la veo en los ambientes y la cosa cambia y bastante. Le da la personalidad al espacio y queda bien en cada uno de ellos, la verdad es que me ha sorprendido gratamente.